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Tipos de aromas del vino, aprende a diferenciarlos y conviértete en un experto
Uno de los principales aspectos que destaca en el vino es su aroma. A través de él podemos obtener información acerca del tipo de uva con el que se ha elaborado, el procedimiento utilizado o incluso su edad. Así que, para ayudarte a disfrutar más de esta delicada bebida, te presentamos los distintos tipos de aromas que puede contener un vino y cómo diferenciarlos.
Los aromas primarios del vino
Procedentes de la uva, los aromas primarios se desprenden de la superficie del vino y estos aumentan cuando se agita la copa. Estos tipos de aroma aportan información acerca del tipo de vid y el terreno, asignando diferentes matices en función del tipo de uva utilizada:
- Chardonnay: Proporciona a nuestra nariz aromas frutales tales como los provenientes de la flor de espino o de la acacia, apreciándose especialmente en vinos jóvenes blancos.
- Cabernet Sauvignon: Aporta aromas afrutados provenientes de frutos rojos siendo habitual en rosados o tintos jóvenes. En el caso de las variedades tintas les confiere aromas vegetales.
- Syrah: Provoca en nuestro olfato una mezcla entre aromas afrutados, provenientes de los frutos rojos, florales y vegetales.
- Garnacha: Aporta al vino aromas tropicales.
- Merlot: Su gama aromática se caracteriza principalmente por las notas afrutadas.
Aromas secundarios del vino
Derivados de los procesos de la fermentación alcohólica y maloláctica del vino, este tipo de aromas se obtienen de manera retronasal, es decir, se desprenden al contacto con la lengua y al agitarlo. Diríamos entonces que los aromas secundarios dan información acerca de los procesos fermentativos del vino distinguiendo los siguientes tipos:
- Aromas lácticos: Característicos de los blancos. Suelen ir unidos a la variedad de uva Chardonnay.
- Aroma amílicos: Aportan los tonos más dulces, propios del caramelo o las golosinas.
Aromas terciarios
También conocidos como aromas del bouquet. Se desarrollan durante la etapa de maduración y crianza del vino, ya sea en barrica o en botella. Al igual que los aromas secundarios, se obtienen por vía retronasal, existiendo las siguientes categorías:
- Aromas empireumáticos, como los provenientes del cacao, chocolate o pan tostado.
- Aromas a madera como regaliz, balsámicos o cedro.
- Aromas a plantas aromáticas y especias como canela, pimienta, vainilla y nuez moscada.
La cultura del vino es un arte, por ello, aprender a diferenciar sus matices y la personalidad que aporta cada uno de los ingredientes al vino resulta de vital importancia para poder admirarlo como se merece.
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