Diccionario del vino: letra «L»

Continuando con nuestro diccionario del vino, hoy nos adentramos en los términos que empiezan con la letra L. Recogemos características y atributos del vino, procesos en su elaboración o elementos que intervienen desde el viñedo hasta la copa. ¡Toma nota!

Lácteo o láctico: un tipo de ácido fundamental en el vino, que aparece durante la fermentación maloláctica, en la que el ácido málico se transforma en ácido láctico. Un proceso por el que pasan todos nuestros vinos con crianza en barrica. Este ácido aporta sensaciones de redondez y suavidad, contribuyendo al equilibrio gustativo, y es el que nos da los aromas a yogur, mantequilla o queso.

Lagar: antiguamente, recipiente donde se prensaban y fermentaban las uvas, para más adelante producir vino.

Lágrima: son las gotas de vino que se deslizan por la copa después de agitarlo. Suelen ser un indicador de la graduación alcohólica del vino y de la glicerina, aunque hay otros factores que afectan a la lágrima como la temperatura del vino, el uso de detergentes en la copa….

Largo: cualidad de un vino cuyos aromas y sensaciones permanecen durante un tiempo prolongado, tanto en la boca como en la nariz.

Lees stirring: también conocido como ‘bâttonage’, es el proceso de agitar las lías de un vino para ponerlas en suspensión, facilitando su toma de contacto, y mejorar su textura y complejidad.

Levadura: es el microorganismo responsable de la fermentación alcohólica, donde los azúcares del mosto se convierten en alcohol y dióxido de carbono, y la mezcla pasa a ser vino.

Lías: son sustancias orgánicas, resultantes de las levaduras y otras sustencias de la uva, que caen al fondo de un recipiente tras la fermentación. Actualmente, muchos elaboradores las utilizan para dotar al vino de aromas y sabores a panadería y más untuosidad.

Ligereza: cualidad de un vino que tiene fácil paso por boca.

Limpidez: hace referencia a la claridad y transparencia visual de un vino, que no tiene partículas en suspensión.

Lloro: es el proceso que atraviesa la vid después de la poda invernal, cuando la savia vuelve a fluir y gotea por las heridas de la poda. Durante este proceso, literalmente la cepa parece llorar a través de los cortes, como nuestra de que ha comenzado un nuevo ciclo de vida.

Ahora ya hemos aprendido un poco más sobre el mundo del vino. Si quieres saber más, permanece atento a nuestro blog, y échales un ojo a nuestras anteriores entradas del Diccionario del Vino.