Así puedes enfriar un vino de manera rápida y fácil

Con la llegada del verano, las celebraciones con familia y amigos se multiplican o surgen planes improvisados. Seguro que alguna vez te ha pasado y no tienes tu botella de vino preparada o a la temperatura ideal para poderla disfrutar. ¡No te preocupes! Aquí te dejamos unos cuantos trucos para enfriar un vino de manera rápida y fácil.

El truco del hielo en la copa para enfriar un vino, ¿correcto o incorrecto?

Aunque siempre es muy tentador, lo que no debes hacer nunca es echar hielo a la copa. Al echarle hielo, tu vino se aguará, perdiendo así todas sus características e impidiéndote percibir y degustar todo lo que lo hace especial. Una alternativa mejor sería congelar unas uvas e introducirlas en la copa. Es una técnica que tiene también sus detractores por la posible transferencia de aromas y sabores de la uva al vino. ¿Lo has probado alguna vez?

Si tienes tiempo, la opción más adecuada es poner el vino en la nevera y dejar que se vaya enfriando poco a poco. Así, la temperatura aumenta de forma gradual, ya que los cambios bruscos de temperatura podrían afectar negativamente a las cualidades y propiedades del vino. Si dispones del tiempo (y la paciencia) suficientes, en unos cincuenta minutos tendrás tu botella de blanco o rosado lista para disfrutar, y en apenas veinte tu botella de tinto favorita. Sin duda, el método idóneo y más sencillo. Si además dispones de una vinoteca o una bodega que preserva unas condiciones estables de temperatura y humedad, tienes el lugar perfecto para conservar tus vinos en casa y disponer de ellos a una temperatura de consumo perfecta, especialmente cuando hablamos de tintos. Y es que todo depende del tipo de vino que vayamos a consumir.

Las fundas congeladoras, un método correcto para enfriar el vino

Una manera de enfriar el vino es mediante una funda congeladora, un sistema de enfriamiento muy económico y útil, ya que únicamente debes guardar la funda en el congelador hasta que quieras utilizarla para enfriar la botella. Ocupa muy poco espacio y, llegado ese momento de apuro, solo tendrás que sacarla del congelador e introducir la botella. Puedes elegir entre cientos de modelos e incluso algunos presentan un sistema de lo más sofisticado que te permiten regular la temperatura en función del tipo de vino que vamos a disfrutar. Una alternativa práctica es envolver la botella en una toalla o paño de cocina húmedo. Si quieres que sea más rápido y eficaz, también puedes introducir previamente la toalla o el paño en el congelador.

Eso sí, siempre hay que evitar los cambios bruscos de temperatura cuando estamos enfriando un vino, ya que pueden estropearlo. Así, introducir la botella de vino al congelador es uno de esos métodos rápidos y habitualmente utilizados, aunque muy poco recomendables. Solo en ocasiones puntuales (y nunca con vinos tintos), podemos hacerlo, pero también tiene su truco. Para acelerar el proceso y no poner la botella directamente en el congelador, podemos utilizar papel de cocina. ¿Cómo? Cubrimos la botella hasta la parte del cuello con papel de cocina y la humedecemos con agua, una vez completamente empapada la introducimos en el congelador y en ¡10 minutos! tenemos nuestro vino fresquito y listo para servir. Si no tienes hielos a mano, esta es una opción que puedes considerar, pero es más recomendable el método que te contamos a continuación porque conserva intactas las propiedades del vino.

El truco más clásico para enfriar un vino que nunca falla

Y si se ha utilizado durante años será que funciona, ¿no? Nuestra recomendación es optar por la que es la manera más clásica y correcta de enfriar un vino de forma rápida: llenar un cubo, a poder ser metálico (una olla también puede servir y sacarnos del apuro), con agua (dos dedos aproximadamente) y hielos. ¿Quieres que sea todavía más efectivo? Añade 4 o 5 cucharadas de sal. ¿Por qué? La sal ayudará a que el proceso de enfriado sea más rápido porque permite que el frío se transmita en menos tiempo y que la temperatura del agua baje antes. Es decir, la mezcla de sal y agua absorbe el calor de la botella y así el frío de los hielos se transmite más rápido al vino. Sumergir la botella en este recipiente hará que el vino se enfríe en pocos minutos. En este método es importante que la botella quede sumergida hasta el cuello para asegurar que la temperatura sea homogénea. Si no fuese posible porque no dispones del recipiente adecuado, no la abras todavía e inclina la botella poniéndola a la inversa y así conseguir el mismo resultado.

Y para que te resulte muy sencillo enfriar tus vinos de forma correcta, desde LAUS te lo ponemos muy fácil, porque hemos creado para ti, winelover, dos estuches de edición limitada para que puedas disfrutar de tu vino con los cinco sentidos a su temperatura perfecta. Así, este verano, comparte tus mejores momentos con familia y amigos con tus vinos LAUS preferidos gracias a este maletín de edición de verano que incluye seis botellas de LAUS Chardonnay 2020 o LAUS Rosado 2020 y de regalo una cubitera coleccionable y dos copas personalizadas. ¡Date prisa porque las unidades son limitadas!

Y es que recuerda lo importante que es degustar los vinos a su temperatura adecuada ya que, si se toman a una más alta de la que le corresponde, se acentuarán los sabores dulces y el alcohol. Y si, por el contrario, se consumen más fríos de lo recomendado, destacarán los sabores ácidos y será casi imposible percibir sus aromas. Por eso, es necesario conocer a qué temperatura debemos servir cada tipo de vino y cómo alcanzar esa temperatura sin que acabe afectándole. ¡Porque lo más importante es disfrutar de ellos!