Así es el impacto del verano en el viñedo

En LAUS hemos inaugurado la temporada de verano, y con él, la llegada de las altas temperaturas en el viñedo. Ya te hemos contado que Somontano significa ‘al pie de la montaña’, por eso, al encontrarnos en zona de prepirineo, las temperaturas alcanzan contrastes de hasta 40ºC, entre invierno y verano. Y es que no cabe duda de que los meses de junio, julio y agosto son los más calurosos del año, justo a las puertas de la vendimia, pero ¿cuál es el impacto del verano en el viñedo? ¿Qué implica el calor para las plantas? ¡Te lo explicamos!

Durante el invierno, nuestros viñedos alcanzan temperaturas bajo cero, momento en el que las cepas reducen la circulación de la savia por sus raíces y entran en estado vegetativo. Por otro lado, en verano la uva se encuentra en pleno proceso de maduración, y deja atrás los matices verdes tempranos para coger su color granate característico: es el proceso del envero, es decir, el cambio de color de la uva, y, a la vez, ¡la cuenta atrás para la vendimia! Así, durante los meses de julio y agosto podemos alcanzar temperaturas de hasta 40ºC que, junto a las precipitaciones y la humedad, influyen enormemente en el progreso del viñedo.

En primer lugar, estas altas temperaturas pueden acelerar la maduración. Esto significa que los azúcares en la uva aumentan más rápidamente, proceso que debe ser controlado para mantener un cierto equilibrio, porque una maduración demasiado rápida resultaría en vinos menos desarrollados.

Además, el calor excesivo también puede tener un impacto en la calidad del suelo y el suministro de agua para la vid. Durante el verano, es crucial asegurar que el viñedo reciba la cantidad de agua adecuada para su correcto desarrollo, y por eso monitorizamos el equilibrio hídrico, en aquellas parcelas que tienen sistemas de regadío.

Otro factor importante a tener en cuenta es que las altas temperaturas pueden provocar un estrés excesivo en la planta, lo que podría perjudicar al desarrollo de la baya, al no tener suficiente agua. Por eso, nuestro equipo técnico trabaja día a día para paliar estos efectos mediante un control del riego y de las cubiertas vegetales, manteniendo también un rendimiento productivo equilibrado.

En resumen, las altas temperaturas veraniegas pueden acelerar la maduración de la uva, pero es fundamental encontrar el equilibrio adecuado para obtener vinos de calidad excepcional. Mantenemos un cuidadoso control sobre nuestros viñedos, asegurando un suministro adecuado de agua, protegiendo la salud de las plantas y optimizando el momento de la cosecha.

En LAUS estamos comprometidos con la excelencia y la pasión por el vino. El mundo del viñedo esconde muchísimos secretos, y nosotros te los vamos desvelando poco a poco. Si quieres aprender más, no dejes de estar atento a nuestro blog.