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¡Estrenamos nuevo diccionario del vino!
Y lo hacemos con la letra 'A', para que aprendas el vocabulario necesario para ser un experto en vino de forma rápida y sencilla.
Arrancamos con nuestro diccionario del vino, para que aprender sobre este maravilloso mundo te resulte más fácil. Y es que en muchas ocasiones el lenguaje del vino parece complejo y muy técnico, y acaba alejándonos por desconocimiento, pero con este diccionario aprenderás las palabras más usadas y entenderás las claves de viticultura, vinificación y servicio del vino.
Así que el objetivo de este minidiccionario de vinos es hacer frente a esta complejidad en el lenguaje de los vinos mediante una selección y definición de algunos términos profesionales para que sea muy sencillo y que puedas utilizarlo. Porque desde LAUS queremos ayudaros a convertiros en todos unos profesionales del vino y adentraros en este mundo con nosotros para que disfrutéis al máximo de él.
Y empezamos con la ‘A’, de agua, que necesita el viñedo para su crecimiento, de azúcar, que se transformará en alcohol, de astringencia, que notamos con el paso del vino por la boca o de aclareo, que realiza nuestro equipo de Viticultura cada verano. Así que toma nota de esta selección de conceptos básicos sobre el mundo del vino:
Acidez: es la suma de los ácidos naturales que encontramos en el vino procedentes de la uva o de la fermentación. Se representa por el PH que puede variar entre 1 (máxima) y 7 (mínima). A nivel organoléptico, aporta al vino sensación de frescor y equilibrio. Además, contribuye a la longevidad del vino. Pese a que la acidez suele asociarse con sensaciones estomacales, cuando hablamos de vino es una sensación que notamos en la boca, normalmente en los laterales de la lengua.
Aclareo (o poda en verde): práctica de viticultura que consiste en cortar brotes o racimos de la cepa antes de que lleguen a la madurez para obtener una vendimia de mejor calidad. De este modo, se descarga a la planta de producción para que la uva que quede cuente con más recursos para madurar más rápido y con mayor calidad.
Afrutado: se dice de un vino que tiene aromas frutales, como su propio nombre indica, tales como melocotón, albaricoque, plátano, grosella, frambuesa, fresa, cereza, ciruela, moras, etc. Generalmente son vinos muy frescos y fáciles de beber. Esta fruta se percibe en la nariz, tanto en vía nasal como retronasal.
Antocianos: se refiere a un grupo de pigmentos rojos, morados o azules que se forman de manera natural en la piel de la uva tinta, y que tienen un extraordinario poder antioxidante. Estos pigmentos se comienzan a generar durante el envero para proteger a las uvas de la radiación solar, la oxidación y la degeneración celular. Durante la fermentación, pasan al vino, aportándole color y estructura.
Añada: se refiere a la cosecha del año, esto es, el año en el que las uvas que se utilizan para la elaboración de un determinado vino han sido vendimiadas. Esta información figura habitualmente en la etiqueta de los vinos. Al conocer este dato podemos obtener información acerca de las condiciones climatológicas en las que maduraron dichas uvas. Así, los Consejos Reguladores pueden calificar las añadas como regulares, buenas, muy buenas o excelentes.
Astringencia: cualidad organoléptica relacionada con el tacto, generalmente percibida como una sensación en forma de sequedad en la boca, que provoca una contracción en las papilas y se engancha al paladar, debido a la reacción de los taninos del vino con las proteínas existentes en la saliva. Esta sensación va moderándose con la crianza.
Aterciopelado: referido a un paso suave, de tacto agradable y sedoso del vino por la boca, que acaricia el paladar, y que se utiliza sobre todo en vinos tintos con crianza en barrica.
Azúcar: sustancias naturales dulces que se encuentran en el interior de la uva madura y que resultan fundamentales en la elaboración del vino, ya que durante la fermentación alcohólica el mosto de la uva, que contiene una cantidad importante de azúcar, se transforma en alcohol a través de las levaduras. Así, tanto en la uva como en el mosto, los niveles de azúcares dan una indicación importante del potencial alcohólico del vino y dependerán del grado de madurez del fruto.
¡El próximo mes sacaremos las próxima letra del abecedario, estad atentos para no perderos el segundo lanzamiento de este minidiccionario LAUS!